Ya sean hámsteres, cobayas o conejos, los animales pequeños necesitan un hábitat seguro y apropiado para su especie. Desafortunadamente, muchas jaulas para roedores están mal diseñadas o son demasiado pequeñas. Esto no solo provoca aburrimiento, sino que también puede causar graves problemas de salud. Aquí tienes los 5 errores más comunes en las jaulas para roedores y consejos para evitarlos.
1. Jaula demasiado pequeña
El error más común es elegir una jaula con muy poco espacio. Los roedores son animales activos que les gusta correr, saltar y trepar. Un hámster, por ejemplo, necesita al menos 100 × 50 cm de espacio en el suelo, y los conejos aún más. Consejo: Elige siempre la jaula más grande posible, o incluso un recinto cerrado; cuanto más espacio, mejor.
2. Ropa de cama incorrecta
Muchos dueños recurren a lechos baratos, polvorientos o sin propiedades absorbentes. Esto puede forzar el sistema respiratorio e irritar las patas. Consejo: Use lechos de alta calidad, que no generen polvo, que sean fáciles de hundir y absorban los olores. Las combinaciones de paja y virutas de madera también son adecuadas para conejos y cobayas.
3. Muy pocos lugares para retirarse
Un error común: La jaula puede ser grande, pero no tiene casas ni escondites. Los roedores necesitan refugios para aliviar el estrés y sentirse seguros. Consejo: Proporciona varias casas, tubos o refugios, idealmente de madera que se pueda roer.
4. Falta de empleo
Una jaula vacía es para los roedores lo que una habitación vacía para nosotros: aburrida. Sin variedad, surgen problemas de comportamiento como morder las barras o apatía. Consejo: Ofréceles lugares para trepar, túneles, ruedas de ejercicio (definitivamente grandes para hámsteres) o comederos para heno. La variedad mantiene a tus animales sanos y felices.
5. Mala higiene
Un aspecto que a menudo se subestima es la limpieza. Limpiar con poca frecuencia provoca la acumulación de olores y enfermedades, mientras que limpiar con demasiada frecuencia estresa a los animales porque desaparecen los olores familiares. Consejo: Retire las zonas muy sucias a diario y limpie la jaula a fondo una vez por semana. Deje siempre algo de lecho para que el olor familiar perdure.
Conclusión
Una jaula para roedores apropiada para su especie es más que un simple contenedor: es un hábitat, un lugar de juego y un lugar de descanso. Asegúrate de que ofrezca suficiente espacio, lecho adecuado, lugares de descanso, actividades e higiene. De esta manera, evitarás errores graves y te asegurarás de que tus animales no solo vivan bien, sino que también se sientan completamente cómodos.
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